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Grieta de fatiga, Fabio Morábito (Eterna Cadencia, 2010)


Eterna cadencia, una editorial que apuesta a un catálogo que orbita entre la literatura, el ensayo y la crónica de autores consagrados y poco conocidos, ya lleva publicados dos libros de Fabio Morábito, y esta semana desembarca en las librerías de Buenos Aires su último libro de cuentos La vida ordenada. Vayan a su librería amiga y compren los libros de Morábito, porque puede llegar a no fascinarles, ni ser ese libro que está entre sus preferidos, pero les garantizo que van a disfrutar de su lectura, van a pasar un muy buen rato, y van a volver por más. Y es que hay algo en la escritura de Morábito que lo convierte en una recomendación infalible para todo tipo de lectores, desde los buenos y voraces, a aquellos que sólo leen libros de tapas con tipografía gótica y dorada con el simbolito de betseller incluido.
Es mexicano, pero nació en Egipto y creció en Italia, y además de cuentos,  novelas, ensayos y notas de opinión (suele ser bastante hilarante sus columna en la revista Ñ), escribe poesía. Y estas diversas identidades y roles son puestas en juego al momento de la escritura, en el modo, el tono y los tiempos elegidos para narrar.
El libro compila quince cuentos que suceden en espacios urbanos y modernos, aunque a veces nos lleva directo y sin escalas a la selva o al medioevo.
Con una prosa clara, sencilla, simple, que contiene un sinfín de guiños de complicidad con el lector, y está empapada de escenas tragicómicas y delirantes. Morábito cuenta desde el humor y con un cierto aire melancólico, el despliegue de las pequeñas obsesiones de sus personajes. Hay un trasfondo denso en los cuentos de Morábito, luego del punto final caemos en la cuenta de la gravedad y lo terrible de lo que allí ha pasado, sin lugar a dudas el espacio en el que se suceden las historias y el modo de narrarlas hace que esto se amortigue, y es después del punto final cuando las grietas asoman en toda su dimensión.
Un pedicuro que camina por la playa y fabula historias a partir de las huellas grabadas en la arena, un par de caballeros andantes que luchan en un duelo interminable debido al deplorable estado de sus armaduras, una mujer que fabula sobre el devenir de la vida de su hermana a partir de las letras borradas en un crucigrama, un soldado que adopta el caballo de Troya como su hogar, un lector que enloquece ante una palabra desconocida en el texto, y un adolescente que guarda con recelo el secreto de haber encontrado un gesto que lo hace único de su numerosa familia, son algunos de los personajes que pasean sus obsesiones por estas páginas.
Pero contar algo, tan poco, es traicionar una y otra vez el texto, porque es justamente en el despliegue de las historias, en cada frase donde radica su fuerza. Con este libro Morábito ha logrado una marca autoral, lo que a otros escritores les lleva toda una vida, o ni siquiera. Se sabe, escribir fácil es bien difícil.
Para leer mientras escuchas este tema.